esta tarde le tengo miedo
a la orfandad de mis huellas sueltas
el delirio
los versos que un día encontraron al otro
y le dieron
no sé cómo
las llaves del laberinto
hoy le temo a la falta de alas
las puertas
abiertas al precipicio
la trampa de la memoria
no quiero ser el odio
de un cuerpo de antaño
mis formas ya no son
la cuestión es saber
cómo dejar a las noches en sus tumbas
olvidar el eco de sus sombras
temo buscarme el nombre
un día lo encontraré entre las piedras
lleno de musgo
cubierto de hiedras.