sábado, 8 de noviembre de 2014

Caracas

Arde la cuidad en la cárcel de su valle, arde el cerro que la arropa.

Tras el cerro arden las playas con sus pescadores; uno tejía sus redes, el otro reposaba en las rocas.

Arden los corales con sus peces y más allá las bromelias de la selva con sus flores en el vientre.

Arden los trinos y el rugido, la risa y el quejido.

Arden las montañas en su cordillera y los ríos con sus venas.

Arde el germen de la tierra, arden los hijos de las aves y no puede llorar en paz el cielo: en el horizonte cantan enloquecidas treinta millones de liras.

24 comentarios:

  1. Magnífico el ritmo de tus versos inflamados, de tus palabras en llamas.


    Bss

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  2. Me recuerdas un sueño en el que mi calle ardía. Había bailado mucho y los curas me habían dicho que bailar es un pecado.
    Los colegios religiosos deberían de estar prohibidos.

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    1. Tecla, es increíble pensar en tantas pesadillas de las que los colegios religiosos son responsables :o

      Besos!

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  3. ahora es que pensé en una canción de Silvio

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    1. ¿Cuál de tantas? A mí me parece que todas sus canciones son una llama, pero de esperanza ,para el que la quiera encontrar donde sea que ande.

      Besitos.

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  4. Caracas arde en tu recuerdo y que barba quemazón de almas. Hasta acá me alcanza ese fuego.

    Saludos, más.

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    1. Beatriz, lo mismo me alcanza el fuego de México en este momento. O el de Argentina o el otro y el otro.

      Será el continente, será el mundo, serán los ojos con que los veo :o

      Besos grandes!

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  5. Encantada de pasar por tu espacio.

    Un calido saludo

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  6. Ardientes, sus palabras, como siempre.

    Salud. Quedamos a su disposición.

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    1. Muchas gracias. Ya le preguntaré a sus escribas.

      Saludos!

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  7. Todo arde, si le aplicas, la chispa adecuada...
    Cantaban los Héroes del Silencio, hace unos cuantos años.

    Y puede que algo de todo ello sea cierto.

    J.

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    1. Te digo lo que le comentaba a Beatriz: serán los ojos con los que estoy viendo ciertas cosas.

      Abrazos!

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  8. A veces el fuego es purificador. Que se purifique todo sería deseable.
    Y lo has dicho muy bellamente.

    Saludos

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    1. Pamisola, la idea de la purificación es muy tentadora pero el proceso tal vez no tanto :o

      Gracias por tus palabras. Saludos!

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  9. No solo puerifica, también destroza, como el agua, el viento...
    Dicen en China que los niños son hijos del viento.

    Un beso y tu cafelito. Tienes un buen espacio. Gracias.

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    1. Esa parte de destrucción es justamente la que asusta, venga del fuego o del agua y el viento.

      Es una imagen muy poética, habría que hacerle eco :)

      Besos y gracias por el cafelito! Nos leemos.

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  10. Muy bueno. Emocionante!!!! Mi enhorabuena

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    1. Gracias, Pedro, comienzo bien el día con tu comentario :)

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